La historia se desarrolla en el multitudinario barrio al norte de la capital, a inicios de este milenio, pero podría ser contada por cualquier joven de otro sector de la ciudad que haya vivido esos años.
Soledad, excesos, juventud, droga, camaradería y lealtad —hasta la muerte si es preciso—, son algunos elementos que acompañan esta narración de Juan Hernández, autor bogotano de una antología de cuentos y de las novelas Simona, Confesión de un Barra Brava y de su más reciente obra, No hablarán las calles.