El purgatorio

Por:  Nelson Maldonado

-¿Por qué Bogotá doctor?
-¿Por qué no? Cualquier improbabilidad, por muy necia que parezca, depende por completo del descarte de sus variables. Bogotá es tan apta como cualquier otro lugar para alojar un virus zombie; sin embargo, no es eso lo que deberíamos estar discutiendo.
-¿Ah no, qué deberíamos discutir?
-Coronel, un grupo de físicos de la OTAN venía rastreando hacía unos meses, una actividad energética anómala en el centro de la ciudad. Al principio, se pensó que eran fluctuaciones del campo magnético de la tierra, por un exceso de masa debajo de ésta; empero, hace un día nuestros medidores enloquecieron y ya conoce usted lo que sucede hace tres horas.                                                                                                                                                                                                                  -No entiendo nada doctor ¿Cómo empezó?; ¿Qué podemos hacer para detenerlos?; ¿No me diga que usted considera real el video en el centro histórico?
-El video es real: esa criatura con piel pastosa, pies pesados como el plomo y una mordida hábil como de serpiente; es nuestro paciente cero.
-Pero, no es humano.
-Es un pequeño Homúnculo del infierno. Bueno, así le apodamos en el laboratorio, usted sabe, antes que todos murieran. Respecto a su otra pregunta: no hay manera de detenerlos. La única perdida para un ser “vivo”, es la muerte; y si ya ha muerto, no hay mucho que podamos hacer. Además, recuerde que los zombies son una imposibilidad científica. Al menos, para criaturas de nuestras características. Los zombies por excelencia son los virus, pues necesitan de células vivas para interrumpir su estado de latencia. Nosotros no podemos.                                                                                                                                                        -¿Qué esta diciendo doctor?                                                                                                                                                                                                                                              -Digo qué nuestro problema zombie, es el apocalipsis en toda su acepción bíblica. ¿Ha leído usted la biblia coronel? Tienen unos pasajes encantadores, muy
apropiados para la ocasión.
-Doctor esto es serio, en tres horas los zombies se apoderaron de la ciudad y se esparcen rápidamente al resto del país. La OTAN, los chinos y los rusos nos han
dado una hora para solucionar la situación o lloverán bombas nucleares sobre nosotros. El presidente y la mayor parte de su gabinete están muertos; nuestras
fuerzas están abrumadas y usted habla de la biblia. Necesito una respuesta seria.
-Nunca había hablado con mayor seriedad: para la mañana, Cerbero estará guardando la Plaza de Bolívar, y Hades reclamará sobre la ciudad el nuevo reino
del infierno. Caronte tendrá tanto trabajo transportando a los condenados que han ofrecido doblarle la paga: dos óbolos recibirá por cada viaje. Y Perséfone, espera ansiosa para torturar a quién se atreva a desafiar su belleza. Las Erinias, con alegre maldad; celebran la llegada de un gran público para sus lamentos. No se preocupe por las armas nucleares, la muerte no puede volver a morir.
-¿Y los que quedan vivos, y nosotros?
-Tampoco debe preocuparse por eso coronel, nosotros ya estamos muertos. Este es el purgatorio. Hace una hora cayeron las bombas, esta conversación se seguirá repitiendo; hasta que decidan que hacer con nosotros.
-¿Por qué Bogotá doctor?
-¿Por qué no? Cualquier improbabilidad, por muy necia que parezca, depende por completo del descarte de sus variables…….

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